¿Qué es lo que distingue el método de yoga iyengar de otros enfoques?
Es importante tener en cuenta lo siguiente cuando se habla de qué es lo que diferencia el camino del yoga iyengar de otros sistemas…
Yogacharya BKS Iyengar era un yogui mundialmente conocido y un maestro de yoga. Se le atribuye el haber traido el yoga a occidente y fue nombrado una de las 100 personas más influyentes del mundo por la revista Times en el 2004. El método iyengar es hatha yoga que sigue los 8 grados (yama, niyama, asana, pranayama, pratyahara, dharana, dhyana y samadhi) del camino Ashtanga. Centrándose en la alineación correcta del cuerpo, haciendo uso de accesorios y otros objetos como ayuda para lograr posturas correctas, esforzándose por mantener durante más tiempo la postura, añadiendo el pranayama una vez que se han establecido técnicas más avanzadas, y trayendo “la meditación en acción” son las principales diferencias de la práctica de yoga sistematizada y regulada internacionalmente por Iyengar. BKS (Iyengar) dedicó su vida al estudio y avance del yoga.
La técnica Iyengar, la secuencia y los tiempos, son las principales características que definen el sistema Iyengar. Técnica significa que en la práctica aprendemos ajustes más precisos en la alineación al realizar una asana y el pranayama. Secuencia se refiere al patrón en el que la asana y el pranayama se practican. Por ejemplo, al variar las posturas y observar cuando se practican puede influir en los efectos mentales y emocionales de la práctica. La secuencia puede ser fundamental en intensificar el efecto de una postura. Los tiempos se refiere a la duración del tiempo empleado en las posturas o el pranayama. Se necesita tiempo para pasar a una postura y encontrar la estabilidad. El tiempo nos permite la posibilidad de intensificar los efectos y los beneficios que de otro modo serían menor si el tiempo se acortara. La combinación del método Iyengar se ha sistematizado y se basa en principios anatómicos. Para cada asana hay una posición correcta para cada parte del cuerpo, de modo que cada parte del cuerpo individual, así como los diversos sistemas fisiológicos, pueden funcionar a su máximo potencial.
El enfoque Iyengar recomienda por lo menos 2 años de práctica de asanas para fortalecer el cuerpo, el sistema nervioso y los pulmones antes de poder ser introducido a la práctica del pranayama.
Iyengar llegó a la conclusión de que si un principiante trata de concentrarse en la respiración mientras está perfeccionando una postura pierde el equilibrio y la profundidad de la asana. Es sólo después de que uno ha alcanzado firmeza y quietud en las asanas que estará listo para ser introducido en las técnicas de respiración rítmica del pranayama.
Esto nos lleva a otro punto clave del yoga Iyengar: la meditación en acción. BKS centra su práctica meditativa en la postura que se está realizando. Al principio la mente se mueve de una parte a otra, pero con entrenamiento la mente aprende a estar inmersa en todas las partes del cuerpo de manera uniforme al mismo tiempo. El intercambio constante entre el cuerpo y la mente de cada movimiento y acción sutil que se experimenta en una asana, es un tipo de meditación a la que Iyengar se refiere como “meditación en acción”. La atención se lleva a una parte del cuerpo, a continuación, nos concentramos en esta parte del cuerpo, y continuamos por tomar conciencia y concentración de otra parte del cuerpo. Esto continúa hasta que la atención se difunde a todo el cuerpo sin disminuir la intensidad de la concentración. Esta es la metodología Iyengar en cuanto a la meditación, que se diferencia de otras prácticas tradicionales que se centran más en la meditación de la mente. Parece que el método Iyengar podría describirse como más orgánico al proceso físico de traer la meditación al cuerpo y la mente, en comparación con traerla a la mente y luego al cuerpo.
Además de lo anterior, el yoga Iyengar también se distingue de otros sistemas por su aplicación terapéutica con las posturas. Las modificaciones de las posturas desarrolladas por BKS Iyengar permiten un beneficio máximo a personas con discapacidad. Iyengar es reconocido mundialmente por su conocimiento del cuerpo y por su experiencia en el tratamiento de problemas de salud complejos. Yo personalmente doy crédito al enfoque Iyengar al yoga por mejorar mi salud y reducir al mínimo los efectos secundarios de mi desgarro de ligamento cruzado anterior (ACL).
Otro aspecto distintivo del yoga Iyengar es que utiliza muy poco flujo vinyasa (transición fluida de una postura a la siguiente acompañando la respiración). La ausencia de flujo vinyasa es otra razón de por qué el método Iyengar acerca el yoga a un rango de población mayor. En cambio, las posturas se mantienen por más tiempo, mientras que la alineación se perfecciona. Entre posturas, los estudiantes descansan en la postura del niño o del cadáver. Por lo tanto, el yoga Iyengar no es una experiencia cardiovascular tan intensa como puede serlo en un estilo más fluido como en el Ashtanga. Sin embargo, una práctica avanzada con inversiones, aunada a mantener la postura por más tiempo, y en secuencia con posturas de descanso, podría aportar beneficios cardiovasculares similares a los de una práctica más dinámica. Sin embargo, mantener las posturas de por sí, es extenuante, aumenta la fuerza, y es excelente para aumentar la flexibilidad.
El yoga Iyengar es un punto de partida saludable y seguro para aquellas personas que quieran comenzar su práctica de yoga y que no están en tan buena forma física como para hacer una práctica con un estilo más dinámico. Esto incluye a personas que esten enfermas, ancianos, con sobrepeso o que puedan sufrir escoliosis, artritis u otras condiciones degenerativas. Dicho esto, el yoga Iyengar es para los sanos y los enfermos, los jóvenes y los mayores, los capacitados y los discapacitados. Iyengar desarrolló accesorios para ayudar a las personas con limitaciones a alcanzar la perfección y el máximo beneficio de las posturas clásicas. La secuencia y los tiempos de las posturas son llevados a cabo de manera sistemática para maximizar la limpieza, el fortalecimiento y el equilibrio de todos los sistemas del cuerpo. Este enfoque también nos dirige a una mente tranquila y centrada, y nos prepara para la meditación en acción y en última instancia para el pranayama.
– Traducido y adaptado del artículo de Samantha Merkur publicado en la web Yogi Times.